Es más fácil triunfar que fracasar porque esto último es sólo un desvío. Cuando contamos con un objetivo y un buen plan para alcanzarlo, nada puede interponerse entre nosotros y el éxito.
Toma menos tiempo triunfar cuando concentramos nuestros esfuerzos en aprender mucho sobre un área en particular (lo que nos convierte en expertos), que cuando disipamos nuestras energías al aprender poco sobre todo. Concéntrese en adquirir los conocimientos necesarios para convertirse en un experto y obtener un objetivo específico.
Tomemos, por ejemplo, el lanzamiento de una nave espacial. Se utiliza más energía en poner en órbita una cápsula que en todo el resto del viaje. Pero, lo más importante es que la energía se utiliza de un modo concentrado. Si la energía fuera utilizada gradualmente, la cápsula nunca llegaría a órbita.
El beneficio más importante de la experiencia es que aprendemos a aplicar nuestros conocimientos en situaciones concretas. Asimismo, ganamos conocimiento acerca de cómo lidiar con el cambio.