El bienestar material y el dinero están dejando de ser la principal búsqueda para muchas personas, y están siendo sustituidos por el bienestar emocional y espiritual, y por la búsqueda de aspectos inmateriales de la existencia, como la felicidad, el disfrute de la vida, la realización personal, la pasión o el descubrimiento.
El éxito es algo que todos los seres humanos deseamos, al igual que deseamos sentirnos felices; parece que esto lo traigamos programado en nuestro ADN.
El éxito tiene muchos nombres pero un único significado: lograr aquello que deseamos. Pero también tiene una característica única: implica hacer un camino. Y aquí es donde la reflexión de Covey adquiere toda su importancia porque ese camino no es otra cosa que tiempo de nuestra vida, el bien más valioso que tenemos.
Cuando dejas de soñar pierdes vida”. Y es verdad, porque los sueños son como una llama viva en nuestro interior que nos anima y nos mueve. Los sueños tienen la capacidad de generar en nosotros emociones positivas, como la ilusión, el entusiasmo, el propósito o el sentido; y esta es la razón por la que son una fuente de felicidad en nuestra vida.