
Reflexiones bíblicas para aumentar nuestra confianza en el Señor y en Su gracia.
Algo de admirar en una persona es la fluidez con la que pueda responder a cualquier tema.
También a alguien que no se conforma con lo que escucha, sino que profundiza para sacar sus propias conclusiones.
En temas tan importantes como los espirituales se hace necesario estudiar bastante. Un cristiano debe estar bien preparado en temas relacionados a la Biblia; y no estar satisfecho con lo que enseña SU pastor, porque es casi seguro qué en su camino encontrara personas que lo harán dudar, si no HA ESTUDIADO CON JUICIO LA BIBLIA y la ha practicado.
El siguiente libro de "Richard B. Ramsay" "fortalezca su fe" ofrece una valiosa información respecto al tema de la teología.
Las reflexiones en estos capítulos han sido inquietudes personales durante muchos años, y las respuestas han sido cultivadas en conversaciones con muchas personas en medio del trabajo pastoral en América Latina.
Siempre he tenido una relación de amor odio con la teología. Por un lado, no me interesa mucho el trato teórico y seco de temas que no tienen aplicación práctica.
Por ejemplo, cuando estaba en el seminario, nuestro profesor de teología dedicó varios días a la discusión entre el “supralapsarianismo” y el “infralapsiarianismo”. Se trata de si Dios pensó primero permitir la caída y después planificó la salvación, o si pensó primero realizar el plan de salvación y después decidió permitir la caída.
Ya que el tema era nuevo para mí, decidí preguntar al profesor qué importancia práctica tenía el asunto. Su respuesta era una gran decepción: simplemente decía, “Este debate es importante, porque si sostienes la posición incorrecta, estás aceptando algo que la Biblia no enseña”.
Esto no me dejó en nada satisfecho, porque se podría decir lo mismo de cualquier tema, incluso cuántos ángeles pueden pararse en la punta de un alfiler...