Este libro hay que leerlo con atención para darle la interpretación correcta; el titulo tiende a confundir un poco.
Se dice que no todas las personas leen igual pero en especial es la mujer la que mezcla sentimientos y posturas acordes a un escritor.
Este último apunte no se refleja en los hombres que ven la literatura como un pañuelo plano donde fueron escritos los pensamientos de un escritor, las mujeres por su parte están en la capacidad de sentir como el autor y de pensar como el autor, en este orden de ideas es predecible creer que las mujeres que empuñan un libro pueden ser más letales que las que por alguna razón empuñan un arma.
Stefan Bollman ha investigado el comportamiento de niñas y mujeres lectoras del oriente medio, y como han sido sus patrones de comportamiento desde la edad media hasta nuestros días, sin embargo, es meticuloso definir un factor humano como la peligrosidad que dependa directamente de la lectura sino más bien como una herramienta de emancipación, o como un arma eficaz para las reivindicaciones feministas.